sábado, 16 de julio de 2016

Cap. 8 Hijo de la Caza

-Espero que estén bien.- pensó Percy mientras sentía como el mar trataba de sanar sus heridas. El sintió como era arrastrado a lo que creyó era una playa pero no podía abrir los ojos para ver si estaba en lo correcto. De pronto sintió como varios animales se le acercaron a olfatearlo, solo rezo para que no terminará como su cena.
-Llevenlo al palacio mi señora decidirá que hacer con él.- escucho Percy la voz de una chica antes de que alguien le mordiera la camisa antes de arrastrarlo por un camino, el quiso poner resistencia pero estaba demasiado débil para poder hacer algo, inclusive para poner resistencia.
-Señora aquí está el semidiós que pidió.- dijo la misma voz, Percy entre abrió los ojos para ver que estaba en un castillo rodeado de varios animales.
-¿Así que este es el famoso niño que logró evitar Que Escila y Caribdis?- escucho la voz de una mujer antes de caer inconsciente.
Salto de Línea.
-El plan ha avanzado como quería mi Señor, Zeus la enviado hacia la trampa y el semidiós pronto va a morir, Enio esta muy cerca de matar al hijo de Poseidon.- informo Deimos, al hombre que estaba sentado enfrente de él, en un trono Dorado.
-Ahora quiero que continúes con los planes, quiero que vallas y liberes al Titan de su carga, y tu mismo la carges.- dijo el hombre tranquilamente, haciendo que la cara de Deimos se transformará en terror.
-¿Pero señor como voy a convencer.... - se corto Deimos cuando el hombre le envío una bola de energía, golpeando a este en el pecho.
-¿Acaso estas dudando Deimos? ¿Tu estas dudando de mi?- dijo el hombre mientras se ponía de pie haciendo que el Dios Menor se encogiera del temor, el cual asintió de inmediato con la cabeza, -Si tu no quieres ser, el que cargue con la maldición del Titan. Debes de ingeniarte algo para que ella lo cargue por ti, o si no tu serás el portador de ella.- Deimos asintió con la cabeza antes de desaparecer inmediatamente del lugar.
El hombre resoplo con molestia antes de volver a su trono, -¿Estas seguro que esto va a funcionar mujer? No creo que el semidiós valla a sobrevivir tanto.- cuestionó el desconocido cuando vio que una mujer había entrado en la habitación.
-Tú querido esposo podrás ser el Amo del Tiempo, pero yo soy la Primordial de lo Inevitable.- dijo la mujer tranquilamente, -Y no hay que subestimar al hijo de Poseidon querido, el hará hasta lo imposible por sus seres queridos y cuando él se entere de lo que paso, va a ir en su busca sin importar nada.-
De pronto Percy sintió como una ráfaga de agua lo despertó de su sueño, él trato de ponerse de pie pero fue detenido por una espada en su cuello. -Intenta hacer algo y mueres.- le informo la chica, Percy solo asintió con la cabeza antes de ponerse de pie, -Vamos mi Señora quiere verte.- informo la chica antes de empujar a Percy por la puerta.
Él suspiro con frustración cuando vio el palacio repleto de animales, "¿Por qué no puedo tener un viaje tranquilo? Cada día desde que empezó la Misión había estado en peligro" pensó Percy cuando entro en una habitación, él recordó de inmediato las palabras que Hermes le había dicho de ella, así que de inmediato se arrodilló frente a la mujer, tratando de mostrar respeto.
-Veo que sabes quien soy, ¿No es así?- cuestionó la mujer, colocando su mano sobre la barbilla de Percy para que este la pudiera ver.
-Si mi Señora, usted es Circe la famosa hechicera.- dijo Percy tratando de mostrar respeto a la mujer, pues no quería terminar su vida siendo un lobo o algún otro animal.
-Tus alagos no te salvarán de mi semidiós.- dijo Circe antes de que de sus manos saliera un humo morado, Percy cerro los ojos esperando lo inevitable pero no sintió ningún cambio. -¿Así que dime por que no puedo usar mis poderes en ti semidiós? ¿Como es que sabías cual era la planta?-
Percy trago saliba tratando de idear un plan pero en ese momento no se le pudo ocurrir nada, así que no tenía otra más que contar la verdad, -Antes de abordar el barco para viajar hasta aquí, Hermes me aviso en un sueño de los peligros que podía tener y el me dijo que buscará una planta y la comiera.- respondió Percy tratando de faltarle al respeto a Circe, aunque no podía convertirlo en animal ella aún podía matarlo.
-Al parecer Hermes tenía razón sobre ti chico.- dijo Circe tranquilamente antes de voltear hacia las dos chicas que estaban también en la habitación. -Ustedes dos vallan al barco que se encuentra cerca de la playa, Enio muy pronto llegará hasta aquí.-
-¿Señora usted lo piensa apoyar?- cuestionó una de las chicas señalando a Percy. -Apesar del riesgo que puede pasar si lo traiciona.-
-Hylla, tu no debes de cuestionar mis decisiones. Así que vallan a hacer lo que les pedí y ayuden al semidiós.- rugió Circe, las dos chicas asistieron con la cabeza antes de abandonar el lugar. -Ahora que estamos solos chico, dime una buena razón por la que yo te apoye y te ayude llegar hasta el Vellocino de Oro.-
Percy se quedo sorprendido por la oferta de Circe, pero sabía que él no le podía prometer nada, ya que él no podía contar con que los Olímpicos aceptarán. -Yo no puedo prometer nada, te mentiría si lo hiciera.- dijo Percy derrotado, pero Circe se le quedo viendo fijamente antes de sonreír.
-Es una apuesta muy grave la que voy a hacer, pero sólo te pido que cuides a esas dos chicas. Ellas son como unas hijas para mi.- explico Circe tranquilamente, dejando a Percy muy sorprendido.
-¿Por qué?- cuestionó Percy sin entender nada.
-Hay muchas razones semidiós, pero yo vi lo que hiciste por tus amigas al enfrentarte a Escila, y se que ellas estarán más seguras contigo que con él, además me recuerdas mucho a Ulises.- dijo Circe, Percy prefirió quedarse callado para no traer su mala suerte, antes de que fuertes golpes se escucharán del exterior.
-¿Que es eso?- pregunto Percy tratando de averiado donde venían esos ruidos.
-No tenemos tiempo, para llegar a la Isla donde esta el Vellocino de Oro hay dos caminos uno es cruzar por el Mar de Sirenas y el otro es rodear a las Sirenas pero llegarías al otro extremo de donde esta el Vellocino de Oro, pero este lugar la habitan muchos monstruos, pero estos no son tan fáciles de vencer y como último obstáculo para obtener el Vellocino de Oro antes tienes que vencer al Dragon de la Colquida.- dijo Circe, Percy suspiro con frustración genial ahora tenía otro obstáculo más que pasar antes de regresar a casa.
-¿Y como se supone que voy a matar al Dragon de la Colquida?- pregunto con sarcasmo Percy maldiciendo una vez más su suerte.
-Para vencer al Dragon tienes que buscar antes al monstruo que mata con la mirada.- dijo Circe con una sonrisa.
-¿Y por qué todo tiene que ser con acertijos?- cuestionó Percy con cansancio.
Circe solo sonrió antes de responder, -A tres kilómetros de aquí vas a encontrar una isla, seca y sin vida ahí encontrarás al Rey de las Serpientes, su cabeza te puede ayudar a vencer al Dragon. Solo recuerda no ir por el camino de las Sirenas, ellas son demasiado persuasivas.- Percy trato de preguntar otra cosa pero una fuerte explosión lo distrajo.
-¿Donde estas Circe?- escucho Percy la voz de una mujer, Circe frunció el ceño antes de entregarle cinco termos a Percy.
-Tomen esto y le será más difícil a Enio y sus Keres encontrarlos. Ahora solo tienes que ir a la playa.- dijo Circe antes de desaparecer del lugar dejando a Percy muy confundido, el se acerco hacia la otra habitación viendo como Circe platicaba con una mujer, la cual reconoció de inmediato, ella era la misma que estaba en el puerto, él vio que estaba apunto de lanzar una bola de energía hacia Circe así que decidió ayudar a la Diosa disparando varias flechas.
-Por fin te encuentro.- dijo la mujer con una sonrisa maliciosa, pero de pronto todos los animales se le abalanzaron hacia ella.
-Largo de aquí, yo me encargo de ella.- grito Circe, Percy asintió con frustración antes de empezar su camino fuera del castillo. -Solo recuerda en esquivar a las Sirenas.- escucho que le dijo la Diosa antes de ser detenido por sus dos compañeras.
-¿Que le paso a mi Señora?- pregunto una de las chicas que había estado en el palacio de Circe, Annabeth y Clarisse levantaron sus armas para atacar a las dos chicas pero Percy las detuvo.
-Alto, ellas no son nuestros enemigos.- dijo Percy a sus compañeras de viaje, Annabeth y Clarisse asistieron con la cabeza antes de guardar sus armas. -Circe se quedó para pelear contra Enio.- Las dos chicas suspiraron con frustración esperando que la Diosa estuviera bien.
-¿Me puedes decir que fue lo que está pasando?- pregunto Annabeth sin entender por qué Circe había ayudado a su amigo.
-No entiendo por que Circe me ofreció su ayuda para poder lograr llegar hasta el Vellocino de Oro.- informo Percy mientras se encogía de hombros, la Hija de Atenea quiso reclamar, pero él la cortó. -Pero eso no es lo que me preocupa, tuve otro sueño pero estaba una mujer con él.-
-¿Que fue lo que pasó?- pregunto Annabeth preocupado por lo que podía suceder.
-No recuerdo muy bien el sueño, pero hay algo que me llamo la atención. La mujer se hizo llamar la Primordial de lo inevitable.- dijo Percy esperando a que sus amigas le pudieran dar la respuesta de lo que pasaba. 
-No puede ser.- murmuro Annabeth mientras se alejaba de sus amigos, Percy volteo a ver a las demás chicas como esperando a que alguien de ellas pudiera explicarle.
-Nosotros no sabemos, La señora Circe nunca comento quien era.- dijo Hylla al ver que Percy la vio fijamente.
-¿Estas seguro que escuchaste bien?- pregunto Annabeth con bastante nerviosismo, Percy solo asintió con la cabeza a su amiga. -La Primordial de lo Inevitable es Ananké.- 
El ánimo de Percy de pronto decayó cuando supo quien era, el hombre que lo había atormentando en sus sueños, -¿Eso quiere decir que se trata de Cronos?- pregunto Percy, lo cual la hija de Atenea asintió con la cabeza. -Genial, ahora aparte de tener que viajar por el Mar de los Monstruos para recuperar el estúpido Vellocino de Oro y después de tener a una Diosa que busca matarme. Ahora también tenemos a dos Primordiales por preocuparnos- termino él con sarcasmo.
-¿En donde esta el Vellocino de Oro?- cuestiono Clarisse tratando de cambiar el tema de conversación
 Percy estaba apunto de hablar pero se percato de la isla que le había comentado Circe.
-No tenemos tiempo, tengan estos Circe me los dio para que Enio no pueda rastrearnos.- informo Percy mientras le entregaba los termos a cada una de las chicas.
-¿Por qué vamos hacia allá? ¿Es ahí donde esta el Vellocino de Oro?- cuestionó Clarisse señalando la isla que cada vez estaba más cerca.
-Tenemos que alejarnos de aquí, ese lugar es mu peligroso.- declaró Hylla, recordando las palabras que Circe les había dicho sobre el monstruo que habitaba ese lugar.
-No tengo elección, esta es la única forma para derrotar al Dragón de la Colquida. Él cuida el Vellocino de Oro.- informo Percy a sus dos compañeras.
-¿Pero que tiene que ver todo esto con la isla?- cuestionó La otra chica, -¿Acaso sabes que monstruo nos espera en ese lugar?-
-No, Circe solo mencionó que era el Rey de las Serpientes y que mataba con la mirada o no se qué.- recordó Percy las palabras que le había dicho la hechicera.
-Por Hades.- murmuró Annabeth cuando se dio cuenta de la criatura que esperaba en ese lugar. -¿Te quieres enfrentar ante el Basilisco?- Percy se rasco la cabeza antes como si estuviera pensando.
-Mmm. Si, ¿Que tiene de especial?- pregunto Percy con tranquilidad. -Ya matamos a Medusa, no creo que sea diferente.-
-¿Es enserio Percy? ¿No sabes a que clase de monstruos te vas a enfrentar?- cuestionó Annabeth con enfado, -El Basilisco te puede matar con la mirada, incluso si ves su reflejo puedes quedar petrificado. El es mucho más peligroso que Medusa.-
Percy se quedo en silencio tratando de repasar un buen plan, -Creo todos ustedes se tienen que quedar, es mejor que valla yo solo a pelear contra el Basilisco.- dijo Percy, Clarisse trato de protestar pero Hylla la detuvo.
-Creo que él tiene razón, si vamos muchos el Basilisco puede no salir y ser más difícil de encontrar, además de que tenemos que ir con los ojos vendados para que no nos la te la mirada del Basilisco.- explico la chica, -Pero creo que mi hermana Reyna te puede apoyar, Circe la entreno para combatir contra él.-
-Esperen el Basilisco le teme al canto de un gallo, tal vez con eso podamos derrotarlo.- dijo Annabeth de pronto, Percy se quedo en silencio un momento antes de hablar.
-Creo que no es mala idea Annie, pero no creo que podamos encontrar un gallo en este lugar, además no podemos perder el tiempo, el Campamento puede estar en peligro.- dijo Percy tratando de animar a la Hija de Atenea.
-Tengan esto les ayudará a vendar sus ojos.- dijo Clarisse entregándole a Reyna dos vendas, Percy asintió con la cabeza antes de bajar del barco seguido de Reyna, -¿Hay algo más que deba de saber del Basilisco?- cuestionó el chico mientras observaba el relieve de la isla, todo el lugar se encontraba marchito, no había una sola planta en el lugar. Reyna le entregó una pequeña cinta negra, -Creo que a partir de ahora tenemos que taparnos los ojos, es posible que el este muy cerca.- informo Reyna, Percy asintió con la cabeza mientras se ponía la cinta sobre sus ojos. Él recordó su entrenamiento que había tenido con el Dios de la Guerra, tratando de concentrarse en sus otros sentidos. Ellos caminaron un par de metros antes de escuchar un pequeño aleteo.
-Creo que estamos cerca.- dijo Reyna sacando su escudo, -Ten cuidado con su aliento, este puede ser muy peligroso.- murmuró ella, haciendo que Percy suspirara de frustración. Genial otra cosa más por la cual preocuparse.
-Creo que él ya se ha i.... - dijo Reyna antes de ser golpeada en el estómago lanzando a esta por los aires, Percy quiso quitarse la venda de los ojos, pero el sonido de una serpiente arrastrándose hacia él, lo hizo cambiar de opinión. Percy suspiro tranquilamente antes de sentir como una ráfaga de aire iba en su dirección, él se lanzó de inmediato al piso. Sintiendo como una extremidad del Basilisco pasaba encima de él. Percy saco la lanza que Ares antes de transformarlo en un escudo nuevamente volvió a sentir una ráfaga de aire haciendo que se protegiera con su escudo para resistir nuevamente el embate. Logrando que retrocediera unos pasos, Percy aprovecho la oportunidad para lanzar una ráfaga de agua en dirección en donde creía que estaba el Basilisco, pero un rugido de la bestia supo que había dado en el blanco.
Percy trato de volver a atacar, pero oyó un aleteo sabiendo que el Basilisco se había alejado, él escucho un pequeño chasquido en su espalda haciendo que se diera la vuelta de inmediato.
-Tranquilo soy yo.- dijo Reyna haciendo que Percy se tranquilizara un momento.
-Lo siento es solo que estoy muy nervioso.- explico Percy relajándose, Reyna soltó una pequeña risa.
-Esto es más difícil de lo que pensé que sería.- murmuró Reyna en voz baja, ellos dos prepararon sus armas para estar listos para cualquier ataque.
-¿Enserio crea poderle dar con eso?- murmuró Reyna cuando escucho como Percy jalaba una cuerda de lo que pensó era un arco.
Percy se quedo en silencio tratando de localizar los aleteos, él disparo de inmediato cuatro flechas al aire, Reyna trato de hablar pero de pronto cuatro explosiones se escucharon seguido de un gruñido de dolor.
-Creo que si sirvió.- dijo Percy muy emocionado.
-Si y te felicito.- respondió con sarcasmo Reyna. -Ahora ya está mucho más enojado.-
Ambos escucharon como el Basilisco aterrizaba muy cerca de ellos gruñiendo furioso, Percy sintió como un olor fétido se sintió por todo el lugar, él de inmediato creo una barrera de hielo para proteger a ambos. Reyna supo lo que el Basilisco iba a hacer así que trato de alejarse del lugar. Percy se quedo un momento en silencio antes de que sintiera como sus pies se quemaban, haciendo que este cayera al piso. -Maldición.- murmuró él mientras trataba de mantener de pie, pero cada vez que lo intentaba sentía un dolor intenso en los pies. El olor fétido volvió a inundar todo el lugar, Percy arrojó una ráfaga de agua en dirección a donde estaba el Basilisco haciendo que este se alejará unos cuantos metros.
-¿Estas bien?- pregunto Reyna con preocupación.
-Es solo que siento que mis pies queman.- respondió Percy con dolor, pero pronto pudieron oír que el Basilisco se acercaba a donde ellos se encontraban.
-Tú quédate aquí, yo me encargaré de él.- dijo Reyna antes de correr en dirección a donde estaba el Basilisco, ella sintió como este estaba apunto de lanzar otro ataque la cual salto a su izquierda para esquivar el ataque. Una ráfaga de aire se sintió haciendo que ella apuntará su arma en esa dirección haciendo que el Basilisco rugir de dolor antes de que algo cayera al suelo.
El Basilisco golpeo el pecho de Reyna lanzando a esta al piso, provocando que la venda de sus ojos se cayera. Ella vio como una enorme serpiente volaba por los aires, lo que hizo de inmediato cerrar los ojos, ella trato de ponerse de pie pero una enorme rama se encontraba encima de sus pies, no dejando que esta se pudiera mover.
El olor fétido se volvió a oler en el lugar, Reyna trato de alejarse con desesperación pero no podía quitar su pie. Antes de que pasará algo Percy se colocó encima protegiendo a ella.
-Por Hades.- murmuró Percy con mucho dolor, el logro golpear la rama logrando liberar a Reyna.
-Gracias por salvarme.- murmuró Reyna, Percy logro apartarse de ella para dejar que esta se ponga de pie. El Basilisco volvió a aterrizar en el lugar, muy cerca de ellos.
-Ve a esconderte, yo lo voy a distraer tu matalo a la primera oportunidad.- murmuró Percy con dolor, Reyna trato de reclamación de pero este arrojó una pequeña ráfaga de agua alejando a ella. Percy se logró poner de pie antes de arrojar una ráfaga de hielo en dirección al Basilisco, el cual respondió lanzando su aliento venenoso. Percy cerro los ojos con dolor pero trataba de seguir lanzando su ráfaga de hielo.
Reyna corrió rápidamente hacia donde creyó que se encontraba la cola del Basilisco antes de abrir los ojos y poder ver como tres cuartas partes estaban cubiertas de hielo, ella hecho un último vistazo antes de correr en dirección al Basilisco montándose sobre su parte trasera antes de utilizar todas sus fuerzas para degollar a la Bestia. Un fuerte golpe se escucho en el piso lo que ella creyó que era la cabeza del Basilisco, ella se acerco a esta donde estaba esta para empezar a tocarla con sus manos tratando de ubicar sus ojos, para después moverla para que los ojos apuntaran al piso. Ella logro abrir los ojos viendo el cuerpo y la cabeza del Basilisco antes de correr en dirección a donde estaba Percy.
-Por Hades.- dijo Reyna cuando vio lo herido que estaba Percy varias partes de su cuerpo estaban cubiertas por una especie verdosa, ella se arrodilló frente a Percy antes de cargar a este.
-¿Reyna?- grito Hylla cuando vio a su hermana caminando hacia el barco, las tres chicas bajaron de inmediato cuando vieron que Percy estaba herido.
-¿Que fue lo que paso?- pregunto Annabeth mientras ayudaba a Reyna a cargar el cuerpo de Percy.
-No tenemos tiempo, la cabeza del Basilisco esta en esa dirección cubran los ojos de este para que no sea un peligro.- informo Reyna señalando la dirección en donde esta el Basilisco, Clarisse y Hylla asistieron con la cabeza antes de correr en esa dirección, ella quiso subir a Percy al barco pero Annabeth la guió hasta el mar dejando a este en el mismo.
-Él es un hijo de Poseidon, el mar lo puede curar.- informo Annabeth viendo como las heridas que tenía Percy en todo su cuerpo sanaban, ambas sonrieron con tranquilidad antes de tratar de poner de pie a su amigo pero el grito de dolor cuando se alejo del Mar. Ellas bajaron sus miradas hacia Percy viendo como las quemaduras se mantenían en su cuerpo.
-Es el aliento del Basilisco, y no hay ninguna cura.- informó Reyna con pesimismo, Annabeth ahogo aún grito tratando de pensar en como ayudar a su amigo.
-¿Que es lo que paso?- pregunto Clarisse mientras ella y Hylla dejaban un bolsa en el piso.
-Percy recibió varias quemaduras por parte del Basilisco.- informo Reyna señalando el cuerpo herido de Percy.
-Ya lo sé.- grito Annabeth con alegría, -El Vellocino de Oro puede curar a Percy, hay que darnos prisa.- las tres chicas asistieron con la cabeza antes de subir al barco con la cabeza del Basilisco y Percy.
-Resiste Percy.- murmuró Annabeth mientras el barco se adentraba en el mar.

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