domingo, 7 de agosto de 2016

Cap. 10 Hijo de la Caza

Las tres chicas caminaron lentamente antes de detenerse por un rugido infernal, -Por Hades.- murmuró Annabeth con temor al ver al dragón de la Cólquida sobre volar la isla hasta ir al centro de la misma.

-Bueno ahora ya sabemos donde puede estar el Vellocino.- dijo Clarisse con una sonrisa nerviosa, pues no tenía muchas ganas de enfrentarse al Dragón, al igual que las otras tres chicas.

-Creo que lo mejor es que vallamos en esa dirección.- dijo Hylla mientras caminaba en dirección hacia donde había volado el Dragón, las dos chicas la siguieron con sus armas preparadas para cualquier ataque.

-Bueno pues parece que el Vellocino si esta aquí.- informo Annabeth al ver que toda la isla estaba llena de árboles y de varios animales y cada vez que se adentraban más la selva se veía más extensa, ella de pronto se quedó inmóvil al ver un árbol que sobresalía de los demás por lo que supuso de inmediato que en ese lugar se encontraba el Vellocino de Oro.

-Cuidado.- grito Hylla al ver como una gran llamarada de fuego salía disparada en su dirección, las tres chicas tuvieron que correr en direcciones opuestas para poder escapar del fuego.

Annabeth levanto la mirada viendo como el Dragón arremetia con llamaradas de fuego tratando de alejarlas del centro de la isla, tenía que pensar en otra forma para llegar hasta allá sin que el Dragón la pudiera ver, por lo que decidió que era mejor idea rodear la isla tratando de encontrar una mejor forma de llegar al centro.

-Oh Annabeth estas bien.- dijo Clarisse con emoción al ver que su amiga estaba bien, -¿A donde vas?- cuestionó ella al ver que su amiga caminaba en dirección contraria.

-Tenemos que buscar otra forma de llegar hasta el centro.- informo la hija de Atenea, -¿Has visto a Hylla?- Clarisse se quedo mientras trataba de ubicar a la chica.

-Creo que puede ser por este lugar.- les dijo Hylla mientras corría en su dirección señalando hacia el otro extremo de la isla, ellas caminaron en silencio unos cuantos metros y se pudieron percatar de los cambios, entre más alejados estaban de la isla, los árboles estaban más msrchitos y no se veía ningún animal por el lugar.

-Esto no me esta gustando nada.- dijo Clarisse con nerviosismo al escuchar varios gruñidos cada vez más cerca de ellas. Las tres chicas levantaron sus armas de inmediato al ver una especie de cabrá frente a ellas.

-Tengan cuidado.- murmuró Annabeth al reconocer al monstruo que tenían frente a ellas. Las otras chicas no entendieron lo que pasaba pero antes de que pudieran reaccionar la cabrá arrojó una llamarada de fuego, haciendo que las chicas se dispersaran, Clarisse trato de correr en dirección al monstruo pero una cabeza de serpiente salió de la cola del monstruo, ella trato de usar su lanza pero la Quimera la golpeó en el pecho lanzando a la chica por los aires.

Hylla trato de aprovechar que la Quimera estaba distraída pero la cabeza en forma de cabrá se volvió en su dirección disparando una llamarada de fuego, ella se movió rápidamente sacando su escudo para protegerse de la llamarada. Tratando se resistir las quemaduras en su brazo para no bajar el escudo y sufrir más daño. Annabeth vio con frustración como tanto Clarisse y Hylla combatían contra la Quimera sin poder ni siquiera acercarse a la misma. Así que pensó rápidamente tratando de pensar en algún plan para poder derrotar al monstruo, ella rebusco rápidamente en sus bolsillos tratando de la gorra que le había regalado su madre.

-Aquí estas.- dijo ella mientras sacaba la gorra de su bolsillo antes de colocarsela encima, esperando poder acercarse al monstruo. Pero tan pronto que estuvo a unos metros esta la golpeó con una de sus piernas haciendo que la chica saliera volando.

-Maldita sea.- murmuró Annabeth con frustración mientras trataba de ponerse de pie pero se vio detenida por la Quimera. Ella utilizo todas sus fuerzas para detener la boca del león que trataba de morder la, mientras la cabeza de cabrá arrojaba fuego tratando de quemar a la hija de Atenea, pero para su suerte este no la tocaba.

-Cierra los ojos Annie.- oyó que grito Clarisse, ella dudo un momento antes de hacerlo, ella escucho como las dos chicas trataron de llamar la atención antes de sentir todo el peso de la Quimera sobre ella.

-¿Estas bien?- pregunto Clarisse mientras ella y Hylla movían el cuerpo de la Quimera para ayudar a su amiga a salir.

-Si, gracias por la ayuda.- murmuró ella mientras veía el cadáver del monstruo. -¿Como fue que lo mataron?- cuestionó al darse cuenta que la Quimera no tenía ninguna herida, Clarisse le sonrió tranquilamente mientras le enseñaba la bolsa donde llevaban la cabeza del Basilisco lo que hizo que la chica se diera una palmada imaginaria, como se le había olvidado de la cabeza del Basilisco.

-Creo que es mejor darnos prisa.- dijo Hylla mientras señalaba hacia su izquierda, ambas chicas se dieron vuelta para ver que señalaba y se dieron cuenta de varios monstruos se acercan a donde estaba ellas.

-¿Que acaso no nos pueden dejar en paz?- dijo Annabeth con frustración mientras corría para tratar de mantener a los monstruos alejados de ellas.

Las tres chicas corrieron con todas sus fuerzas hasta que llevaron nuevamente a la densa selva, -¿Eso estuvo muy cerca?- dijo Hylla mientras trataba de recuperar el aliento. Clarisse trata de responder pero ella se quedó en silencio al ver que su amiga.

-Ya llegamos.- dijo Annabeth con incredulidad mientras veía el enorme árbol que estaba a unos metros de donde se encontraban, pero lo que sobresalía era la piel de carnero que descansaba sobre una de las ramas del árbol.

Salto de Línea.

-As... Ast... Arteria.- murmuraba Percy una y otra vez aún sin recuperar el conocimiento, por lo cual Reyna se preguntaba que tanto era lo que estaba viendo su amigo y sobre todo quienes eran los nombres que tanto repetía, ella toco la frente de su amigo y con frustración se dio cuenta que la fiebre no bajaba.

-Aguanta Percy, solo resiste un poco más.- le dijo ella a Percy con frustración al ver que no podía hacer nada por ayudarlo, un fuerte ruido se escucho en la cubierta alertando de inmediato a la chica.

Ella camino hacia la cubierta con su espada lista, pues aun no había pasado mucho tiempo desde que su hermana, Annabeth y Clarisse habían partido en busca del Vellocino de Oro. Pero ella se detuvo de pronto al ver a varios monstruos alados por todo el barco.

-Sal niña, ya se que estas aquí.- oyó la voz de una mujer, Reyna camino hacia la cubierta con su arma lista para ver a varias Keres en la cubierta del barco. Pero lo que la puso más nerviosa era la mujer que estaba parada en el timón del barco. -Ya se que el hijo de Poseidon está aquí, así que si no quieres morir es mejor que no te interpongas.- dijo ella viendo fijamente a Reyna, una de las Keres trato de entrar por la misma puerta que ella había salido, pero Reyna la detuvo.

-Si tu quieres llevarte a Percy antes tienes que matarme.- rugió Reyna con severidad mientes elevaba su arma para atacar, la mujer sonrió maliciosamente antes de caminar un poco.

-La mitad valla a buscar a las demás.- informo la mujer mientras veía a la mitad de las Keres, las cuales salieron volando de inmediato en dirección al centro de la isla. -Y ahora tu niña me vas a demostrar que tan buena eres.- término ella, Reyna se quedó un momento de pie antes de que una de las Keres se ahalanzara sobre ella, pero Reyna apenas puedo reaccionar y logró esquivar justo apenas el ataque.

La Keres se abalanzó nuevamente sobre la chica, ella trato de utilizar su espada pero la Keres se la quito, Reyna vio a su alrededor tratando de buscar alguna arma, pero esta no la dejo moverse y la sujeto por el cuello.

Reyna lanzó varios rodillazos tratando de que la Keres la dejará, logrando que está la soltará después de unos minutos, el monstruo se abalanzó nuevamente sobre Reyna, pero ella utilizo una cuerda que estaba en el piso para sujetar las manos del monstruo. Para después utilizar todas sus fuerzas para lanzar a esta por los aires, Reyna aprovecho la oportunidad y corrió rápidamente en dirección a donde estaba su espada.

La Keres se retiro la cuerda de su cuerpo para después abalanzarse sobre Reyna, pero ella logro llegar a su espada para cortar el cuello del monstruo, las demás Keres gruñeron furiosas pero sin moverse del lugar lo que hizo que Reyna se pusiera más nerviosa.

-Me has sorprendido Reyna.- dijo la mujer mientras caminaba hacia donde estaba ella, -Únete a mi y no vas a morir.- Reyna vio con furia antes de tratar de atacar a la mujer.

-Yo nunca lo voy a hacer.- rugió ella con furia, la mujer sonrió tranquilamente mientras negaba con la cabeza.

-Yo no quería hacer esto, pero tu asi lo quisiste hija.- dijo la mujer, Reyna se quedó sorprendida por la revelación antes de que la figura cambiará a la de Belona, -¿No me digas que Circe nunca te lo dijo?-

Reyna sujeto con furia su espada, viendo a a todos los que estaban en el barco esperando a que una de ellas la atacará, -Bueno creo que al final vas a morir igual que la estúpida de Circe.- rugió Belona mientras se abalanzaba sobre Reyna golpeando a esta en el pecho provocando que cayera al suelo, -No te preocupes querida, ella sufrió mucho.- dijo ella con una sonrisa maliciosa. Reyna vio con furia a Belona antes de sujetar su pie y utilizar todas sus fuerzas para derribar a la Diosa. Reyna trato de atacar nuevamente pero una de las Keres se abalanzó sobre ella evitando que la Diosa sufriera un ataque.

Reyna se puso de pie inmediatamente antes de abalanzarse sobre la Keres, sorprendiendo a esta y apuñalandola en el corazón. Otra salió dispara en su dirección, pero Reyna utilizo el cuerpo de la Keres que había matado para lanzarlo contra la otra.

Belona trato de atacar a Reyna pero ella logro esquivar pero aún así logro hacerle un pequeño corte en el estómago, Reyna vio con furia antes de tratar de utilizar su espada para atacar a la Diosa pero esta fue detenida por Belona.

-¿No me digas que te encariñaste de Circe?- dijo Belona mientras sujetaba por el cuello a Reyna, -Es una lástima que tengas que morir.-

Salto de Línea.

-Se ve tan impresionante.- dijo Annabeth admirando la piel de carnero, ella se felicito mentalmente después de todo había logrado cumplir su misión.

-An. Annie no te muevas.- escucho la voz de Clarisse llena de miedo, Annabeth levanto la mirada para ver que era lo que estaba pasando pero de inmediato se quedó helada al ver el hocico del Dragón de la Cólquida a unos escasos metros de ella. El dragón se le quedo viendo fijamente antes de rugir furiosamente lanzando a la chica al suelo.

Annabeth se quedó paralizada mientras esperaba ser quemada por el dragón pero Clarisse logro empujarla para evitar la llamarada de fuego. Hylla trato de utilizar la cabeza del Basilisco pero el dragón la golpeó con su cola lanzando a esta duro contra un árbol. Clarisse trato de recuperar la bolsa donde estaba la cabeza del Basilisco pero el dragón volvió a arrojar otra llamarada de fuego haciendo que la chica corriera en dirección contraria. El dragón utilizo sus alas para provocar fuertes corrientes de aire provocando que ninguna de las chicas se pudieran poner de pie. Clarisse logro ponerse de pie y rodear al dragón para atacarlo por la espalda apuñalado a este sobre la espalda.

El dragón soltó un chillido de dolor antes de tomar el Vellocino de Oro con una de sus garras y salir volando, con Clarisse sujeta a su espada, Annabeth trato de ir en ayuda de su amiga pero el dragón salió rápidamente volando.

-¿Y ahora como se supone que vamos a llevarnos el Vellocino?- cuestionó Hylla con desesperación.

-Creo que tengo una idea.- murmuró Annabeth mientras señalaba hacia el cielo, donde las Keres volaban directamente hacia donde estaban.

-¿Así que tu grandiosa idea es montarnos en esos monstruos?- cuestionó Hylla con incredulidad, Annabeth solo asintió con la cabeza mientras corría en dirección a una de las Keres antes de arrodillarse y evitar el ataque de esta. Annabeth no perdió el tiempo y se trepó de inmediato en la espalda de la Keres, antes de tirar del cuello de esta haciendo que el monstruo saliera volando.

-Estas chicas están locas.- murmuró Hylla al ver como Annabeth volaba montada en una de la Keres hacia el dragón, ella utilizo su espada para apuñalar a una de ellas en el pie y así poder montarla, -Espero que esto sea como viajar en bicicleta.- murmuró ella con nerviosismo antes de apuñalar a la Keres con sus cuchillos haciendo que está saliera volando y con sus cuchillos iba controlando la dirección de adonde iba el monstruo.

El Dragón pareció percatarse de la presencia de las Keres que lo seguían, así que decidió detenerse para después lanzar una llamarada de fuego contra ellas. Hylla logro esquivar el ataque pero Annabeth estaba muy cerca para poder hacerlo, así que decidió que era mejor asentarse y lograr sujetar a la Keres que veía volando unos metros abajo de ella.

Ella logro sujetarse de una de las patas de la Keres logrando así evitar el golpe, ella utilizo el resto de sus fuerzas para montarse nuevamente sobre el monstruo.

-Hay que ir hacia las patas.- grito Hylla, Annabeth asintió con la cabeza mientras veía como Clarisse se las arreglaba para llegar hacia donde estaba el Vellocino de Oro, ella volteo en dirección a Annabeth antes de contar con sus dedos y utilizar todas sus fuerzas para jalar el Vellocino pero esto causó que la chica saliera volando junto con el Vellocino.

Hylla condujo a la Keres encima de Clarisse haciendo que las tres cayeran al suelo, pero el golpe fue amortiguado por el cuerpo de la Keres.

-Por Hades eso estuvo muy cerca.- dijo Clarisse mientras trataba de recuperar el aliento, Hylla quiso responder pero Annabeth llego de pronto.

-Lo siento interrumpir, pero el Dragón viene hacia acá.- dijo Annabeth mientras tomaba el Vellocino de Oro y salía corriendo en dirección hacia el barco.

-Maldita sea.- murmuró Clarisse cuando vio que el Dragón ya estaba a unos 50 metros de ellas, antes de seguir a su amiga y Hylla. Las tres chicas lograron llegar hasta una cueva impidiendo que el Dragón pudiera acceder.

-¿Y ahora como se supone que vamos a salir?- cuestionó Clarisse fatigada al ver que no había otra salida, pero antes de que una de ellas pudiera responder el Dragón aterrizó justo en la entrada de la cueva. -Vamos a morir rotuladas.- dijo Clarisse con nerviosismo el dragón estuvo apunto de arrojar una llamarada de fuego pero al ver el Vellocino se detuvo.

-¿Que paso?- murmuró Hylla con incredulidad al ver como el hocico del dragón salía de la cueva.

-El no quiere dañar al Vellocino.- murmuró Annabeth mientras levantaba la piel de carnero. Pero el Dragón no se quedó tranquilo y empezó a golpear con todas sus fuerzas la montaña. -¿Es que ese maldito nos quiere matar?- murmuró Hylla con desesperación al ver como la cueva empezaba a crujir.

-Tengo una idea.- dijo Annabeth de pronto mientras se amarraba el Vellocino por toda la espalda, -Ustedes vallan por la cabeza del Basilisco, yo voy a distraer al Dragón. No salgan hasta que vean que este me persigue.-

Les dijo ella antes de colocarse su gorra sobre la cabeza y salir corriendo del lugar, ella atravesó por abajo del dragón y corrió unos cuantos metros antes de quitarse la gorra y atentar una piedra en dirección al Dragón. -Estoy aquí maldito estúpido.- grito Annabeth antes de salir corriendo muy seguida de cerca del Dragón.

-Tu amiga si que esta loca.- dijo Hylla viendo como el Dragón y Annabeth se alejaban de la cueva.

-Vamos tenemos que ir por esa maldita cabeza.- dijo Clarisse mientras corría en dirección contraria a donde Annabeth era perseguida por el dragón.

-Lo bueno es que decían que en las misiones una nunca corría peligro.- murmuró Annabeth mientras brincaba sobre un árbol que estaba derrumbado en el suelo. El Dragón trato de sujetar a la chica con una de sus patas pero esta logro escabullirse justo a tiempo. Annabeth corrió hacia la parte desértica de la isla esperando que su plan no fallará. Inmediatamente cuando llego hasta allí pudo deslumbrar a un par de Ciclopes para lo cual decidió correr en esa dirección. Estos al percatarse de la chica trataron de sujetarla, pero Annabeth paso corriendo rápidamente. Uno de los otros Ciclope se percató de la presencia del Dragón y trato de atacarlo, pero este lo sujeto con una de sus garras para posteriormente utilizar sus colmillos para degollar al monstruo. Annabeth se estremeció y se felicito al mismo tiempo al ver que su plan había salido bien, pero se pudo percatar que el Dragón estaba furioso.

Los Ciclopes lograron entrenar unos minutos al Dragón antes de que este continuará su viaje en dirección a Annabeth. Ella se estaba cansando cada vez más y supo que no podía seguir al mismo ritmo, ella logro vislumbrar un acantilado y rápidamente corrió en dirección hacia allá mientras le rezaba a Poseidon, antes de tirarse un clavado directo al mar.

Ella logro aguantar la respiración mientras nadaba para alejarse lo más posible de donde esta el Dragón esperando a que ella saliera a la superficie, Annabeth logro nadar hasta llegar a la playa y desplomarse sobre la arena tratando de recuperar el aliento.

-Vamos no me puedes dejar descansar un momento.- murmuró Annabeth mientras se ponía de pie para continuar corriendo, lo único que le alegro fue ver que estaba cerca de donde habían dejado la cabeza del Basilisco, solo esperaba que sus amigas ya hubieran llegado hasta el lugar, si no ella tendría que planear otra cosa. Ya que no iba a soportar seguir corriendo, ella corrió hacia el árbol logrando ver a sus amigas.

-Ya háganlo.- grito Annabeth mientras se tiraba al piso, Hylla de inmediato saco la cabeza de Basilisco y la apunto hacia el Dragón. Él cual se detuvo de inmediato mientras aullaba el Dragón antes de caer al piso. Clarisse y Hylla lograron esquivar el cuerpo del Dragón, pero la cabeza del Basilisco se le cayó a la chica y fue aplastada por el cuerpo del Dragón.

-¿Annie estas bien?- cuestionó Clarisse mientras ayudaba a su amiga a ponerse de pie.

-No hay que perder tiempo, tenemos que llegar rápido con Percy.- dijo Annabeth antes de correr en dirección a donde se encontraba el barco, pues a pesar de que estaba cansada ella quería llegar pronto con su amigo. Las tres chicas se detuvieron de pronto cuando vieron a Belona sujetando por el cuello a Reyna, Hylla salió corriendo de inmediato cuando vio a su hermana en peligro, Annabeth trato de seguirla pero fue detenido por Clarisse.

-Ponte tu gorra, y lleva el Vellocino a Percy, él lo necesita urgente.- le dijo ella, Annabeth asintió con la cabeza con frustración antes de hacer lo que su amiga le dijo, ella camino sigilosamente sobre la cubierta tratando de no alertan a ninguna de las Keres y así pudo lograr llegar hasta la cama donde estaba Percy. Ella le colocó el Vellocino de Oro sobre el pecho de su amigo.

-Esto no puede fallar.- dijb ella con frustración al ver que no había pasado nada, pero después de unos segundos el cuerpo de Percy se iluminó eb un aura verde mar, plateada.

1 comentario:

  1. Es interesante que utilizaras el dragón de la cólquida como en el mito original pero ¿Por que dejaste la pelea entre Reyna y Belona así? Quiero saber como termina.

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